Sri Lanka en familia

Texto e imágenes: @viajatu

Playas salvajes, naturaleza exuberante, montañas, templos budistas, elefantes, leopardos, su famoso té, gente hospitalaria y un lugar donde los más pequeños de la casa siempre son bien recibidos.

Sri Lanka es una pequeña isla situada en el extremo sur del subcontinente indio, es suficientemente pequeña como para que en un par de semanas se puedan explorar muchas áreas diferentes, sin embargo, a pesar de ser una isla pequeña el clima puede variar mucho de una costa a otra, vale la pena saber esto antes de ir, ya que puede ser temporada de monzón en el lado occidental de la isla, y ser la estación seca en el lado este.

¡En realidad Sri Lanka es un destino para todo el año!

Fue cuando nuestra hija tenía tres años cuando decidimos emprender este viaje, recorrer Sri Lanka en nuestro propio tuk-tuk.

Si bien la mayoría de familias optan por recorrer la isla en un coche con conductor, la independencia que nos proporcionaba, y por qué no decirlo, la emoción de vivir una aventura, nos hizo decidirnos por este medio de transporte.

Pero sea cual sea el medio elegido, coche, transporte público o tuk-tuk, Sri Lanka no os defraudara.

Hay pocos sitios tan pequeños que tengan tanto que ofrecer, así que a continuación os cuento cuales fueron nuestros lugares favoritos y los que sin duda recomendamos.

TRIANGULO CULTURAL DE SRI LANKA

Polonnaruwa, Anuradhapura y Sigiriya son tres de las ciudades más importantes de Sri Lanka, todas ellas situadas en el centro norte de la isla y declaradas patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Los niños se lo pasarán en grande en el yacimiento de Polonnaruwa, es enorme, de una gran riqueza cultural y puedes recorrerlo en bici.

 Y no olvides que hay que descalzarse al entrar a los templos, llevar los hombros cubiertos y cuidado con las fotos, no debes darle la espalda a Buda, es una falta de respeto.

Sigiriya, también conocida como La Roca del León, es uno de los yacimientos arqueológicos más famosos del país, su característica más atractiva es que está situado en lo alto de una roca de casi 400 metros. La subida no es tan dura como pueda parecer y se hace por unas escaleras cuya entrada son unas garras de león esculpidas en piedra.

Pero si quieres disfrutar de las mejores vistas de Sigiriya tendrás que subir a otra roca, a Pindurangala. El ascenso a Pindurangala, se puede hacer con niños y no tiene mucha dificultad, solo al final tendrás que trepar un poco.  

Estas vistas se convertirán en unas de las más destacables de todo el viaje.

CUEVAS DE DAMBULLA

Las cuevas de Dambulla son uno de los sitios más espectaculares y sorprendentes que ver en Sri Lanka.

Situado en la zona central, cerca de Sigiriya, destaca por tener los templos y las estatuas de Buda dentro de un complejo de cuevas, de más de 2000 años.

LAS TIERRAS ALTAS

Las tierras altas son el secreto de los colonos ingleses, que se asentaron en esta zona huyendo del calor del resto del país y en busca de producir uno de los mejores tés del mundo.

Cascadas épicas, ondulantes campos de té, uno de los trayectos de tren más bonitos del mundo, son suficiente excusa para incluir las tierras altas en tu itinerario.

Tanto si haces el trayecto en tren de Kandy a Ella, como de Ella a Haputale, ver las plantaciones de té, las aldeas de montaña, al ritmo pausado del icónico tren azul, es una de las experiencias que nunca olvidarás.

Una vez en las tierras altas, Ella es un punto de partida perfecto para las muchas actividades que hay que hacer por la zona. Visitar una plantación de té, ver el atardecer en el pico Little Adams, llegar hasta la catarata Bambarakanda, contemplar Ella Rock y encontrar el famoso puente de los nueve arcos en mitad de la jungla, son alguna de ellas. Y recuerda llevar algo de abrigo, te hará falta en esta zona.

HAZ UN SAFARI

Esto puedo sorprender, pero Sri Lanka es uno de los mejores países del mundo para ir de safari fuera de África.

 Hay muchos parques nacionales en los que se pueden ver animales en libertad, y es difícil elegir, ya que depende mucho de tus preferencias personales. Yo soñaba con ver grandes manadas de elefantes asiáticos, y lo conseguimos. ¡Una experiencia increíble para pequeños y mayores!

Parque nacional de Minneriya

Es famoso por la gran manada de elefantes que se puede ver.  Cuando el lago se seca, cientos de elefantes se reúnen en una misma área alrededor del lago para alimentarse de los pastizales. El lago también atrae a una gran cantidad de aves, por lo que también es una gran opción si eres amante de las aves.

El parque de Kaudulla se encuentra justo al lado de Minneriya y debido a que los elefantes se mueven entre uno y otro, también es posible ver una gran cantidad de elefantes.

Parque nacional de Yala

Es el parque nacional más famoso de Sri Lanka, y lo es por una buena razón, tiene la densidad de leopardos más alta del mundo, aunque esto tampoco te garantiza que los veas ya que son muy escurridizos.

Parque nacional de Udawalawe

Búfalos, elefantes, ciervos, pavos reales y hasta leopardos andan deambulando por este increíble parque.

DISFRUTA DE SUS PLAYAS

Playas salvajes, olas para surfear, aguas repletas de vida marina desde tortugas hasta ballenas azules, si bien sus aguas no son muy tranquilas, las playas de Sri Lanka son un imprescindible en tu viaje.

Mirissa, al sur de la isla, es uno de los puntos desde donde salir en busca de ballenas azules, además de impresionantes playas y su Coconut Tree Hill desde el que se tienen unas vistas espectaculares.

Unawatuna, es una de las zonas más populares, pero aún se pueden encontrar playas escondidas como la playa de Wijaya.

Sri Lanka también es un buen destino para hacer surf, si esto es lo que estás buscando Arugam Bay y Hikkaduwa son las mejores zonas.

GALLE, LA CIUDAD COLONIAL QUE TIENES QUE VER EN SRI LANKA

Galle, es la ciudad costera más bonita de Sri Lanka. Su historia la convierte en un crisol de culturas con una fusión única entre influencias europeas y asiáticas.

Visita alguno de sus monumentos más impresionantes como el antiguo Hospital Holandés, el Museo Marítimo o la Iglesia de Todos los Santos.

Piérdete por sus antiguas calles y entra en sus increíbles tiendas de artesanía, no las verás igual en el resto del país.

Muchos de sus edificios coloniales se han convertido en hoteles y restaurantes, no dejes pasar la oportunidad de comer o alojarte en uno de ellos y sentir como si viajaras en el tiempo.

Y por supuesto, disfruta del atardecer desde el faro del fuerte de Galle un icono de la ciudad, rodeado de palmeras y con el azul del mar de fondo.