Navegar por el Canal du Midi en familia

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Texto e imágenes: @viaja_tu

¿Estás buscando unas vacaciones únicas e inolvidables en familia para disfrutar de alguno de los paisajes más impresionante de Europa? Te propongo un plan, un crucero fluvial con un barco sin licencia por el Canal Du Midi.

El canal du Midi está ubicado en el suroeste de Francia, en la región de Occitania, una región que limita con España, y a la que es muy fácil llegar en tren ya sea desde Madrid o Barcelona.

Es el canal navegable más antiguo de Europa aún en funcionamiento, considerado Patrimonio de la Humanidad y que alberga alguno de los paisajes más bucólicos de Francia.

¿Pero un barco sin licencia? Si, exacto, no se necesita licencia ni tener experiencia en el manejo de barcos, en el momento de recoger el barco, el personal de la estación te enseña a manejarlo y haces algunas maniobras con ellos. Se qué parece increíble, pero es mucho más fácil de lo que parece. ¡Os aseguro que van a ser unas vacaciones en familia muy diferentes!

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Cómo organizar un viaje en barco por el Canal du Midi 

Para este viaje confiamos en Le Boat, la empresa líder de turismo fluvial en los ríos, lagos y canales de Europa.

Para saber desde que estación de Le Boat salir, tienen varías a lo largo del canal, lo primero es saber con cuantos días cuentas para el viaje, ya que el Canal du Midi tiene una longitud de 241 kilómetros navegables y qué zona quieres visitar. 

Nosotros teníamos cinco días para navegar y nos aconsejaron hacer el trayecto de Homps a Capestang, por ser uno de los más bonitos del Canal du Midi. Y nuestro viaje fue de ida y vuelta a Homps.

El barco elegido para esta aventura fue el Horizon 2 plus, de la gama premium de Le boat. Cuenta con dos cabinas con baño privado, un amplio salón con una cocina totalmente equipada y solárium. Es perfecto para una familia de 5. Aunque por supuesto, Le Boat cuenta con barcos mucho más grandes.

Esta fue nuestra ruta, aunque como os podéis imaginar esta forma de viajar, admite muchas variantes. A nosotros nos encantó disfrutar sin apenas gente de estos pequeños pueblos que encontramos por el camino.

Día 1: Homps a Argens

Este primer día en Homps, nosotros llegamos el día anterior pero la base de Le Boat ya estaba cerrada, aprovechamos para hacer la compra en el supermercado Utile, situado a poco más de diez minutos andado del puerto. Es una buena idea abastecerse de comida y bebida antes de salir de Homps, ya que no hay muchas tiendas de comestibles por el camino.

Una vez hecha la compra hicimos el check in del barco y nos explicaron todos los entresijos del barco. Ya estábamos listos para empezar a navegar.

Este primer día el trayecto era muy corto, de unas dos horas de navegación y teníamos que pasar 4 esclusas. Os recomiendo trayectos cortos, sobre todo si vais con niños, para así tener tiempo de parar a dar una vuelta en bici por los alrededores.

Argens es un pueblo digno de una postal, donde destacan las torres cuadradas de su castillo del siglo XIV y la iglesia de San Vicente. 

También cuenta con un fantástico restaurante a orillas del canal, La Guinguette, una muy buena opción para cenar si no te apetece cocinar a bordo.

Día 2: Argens a Le Somail

Tras un desayuno a bordo navegamos apenas media hora hasta nuestra siguiente parada, Paraza, con un entorno idílico a orillas del canal. Una atmosfera serena, la arquitectura encantadora, es la parada perfecta.  No te puedes ir de Paraza sin visitar el Chateau de Paraza, del siglo XVII, realizar un recorrido por la casa y la bodega. Es un lugar que merece mucho la pena visitar.

Seguimos navegando un poco más de una hora hasta Le Somail, una pequeña aldea con un encanto increíble que fue construida directamente a orillas del Canal du Midi y que cuenta con el puente más icónico de todo el canal, el puente de Saint Marcel, es sin duda la obra más fotografiada del Canal du Midi.

No te puedes perder la biblioteca anticuario Le Trouve Tout du Livre, un laberinto de varios niveles con más de 50.000 libros, tanto antiguos como nuevos. Y estar atentos a los gansos que deambulan felizmente por el puerto.

Le Somail es probablemente la parada más turística, cuenta con varios restaurantes, nosotros cenamos en unas mesas al aire libre en Le Comptoir Nature.

Día 3: Le Somail a Capestang y vuelta a Le Somail.

Nuestro tercer día de navegación y el más largo nos propusimos llegar hasta Capestang, tres horas de navegación nos separaban de esta parada tan popular en el Canal du Midi. 

Si hay algo que destaca de Capestang es su colegiata gótica Saint-Étienne, que se construyó en el Siglo XIII por el mismo equipo que construyó la catedral de Narbonne. Si hace un día soleado desde su campanario se tienen unas vistas impresionantes de la ladera de Cevennes, los Pirineos y la fortaleza de Ensérune.

Tras disfrutar de Capestang iniciamos el camino de vuelta a Le Somail, otras tres horas de navegación.

Lo bueno de este trayecto es que no teníamos que pasar por ninguna esclusa y nos dedicamos a disfrutar del paisaje.

Día 4: Le Somail – Homps

Después del desayuno navegamos hacia el oeste hasta Ventenac-en-Minervois, que cuenta con una bodega estilo catedral con degustaciones gratuitas. 

Esta es una zona salpicada de viñedos que invitan a dar un paseo en bici.  

Después de comer pusimos rumbo a Homps, tres horas de navegación y 6 esclusas nos separaban de nuestro destino final en el que pasar la noche.

Día 5: Carcasona

El último día completo que teníamos de viaje lo utilizamos para visitar la ciudad fortificada declarada patrimonio de la Humanidad por la Unesco que parece sacada directamente de un cuento de hadas, Carcasona.

Desde Homps, la forma más fácil de llegar en es taxi, se tarda unos 40 minutos. 

Es posible llegar navegando, pero implicarían dos días de navegación, uno de ida y otro de vuelta. 

En Carcasona no te puedes perder una visita al castillo repleto de torreones con vistas al río Aude, y una visita guiada a la ciudadela, para no perder ningún detalle.

Cuenta también con actividades especificas para niños, como un campamento medieval, que en época estival realizan talleres y una película en realidad virtual que hará alucinar a los más pequeños de la casa.

Si hay un concepto que define un crucero fluvial es el “Slow travel”, viajar despacio, tomándote tu tiempo, dejar de lado itinerarios masificados y vivir una experiencia de conexión, con la región que estás visitando, con sus habitantes, su cultura, su gastronomía, su ritmo de vida, y con vosotros mismos. Este tipo de viaje es una excelente forma de tomarse ese tiempo en familia que a veces no tenemos.

¡Nos ha encantado este concepto!